Marco laboral (sector público)
La profesión de la gestión cultural surge desde el trabajo en el ámbito público, siendo también la acción cultural de la administración pública -en sus diferentes niveles- quien determina los recursos, condiciones de trabajo y oportunidades para el resto de agentes culturales. Al tratarse de un oficio relativamente reciente, uno de los primeros objetivos de las asociaciones sectoriales fue y continúa siendo contar con un perfil profesional bien definido, con unas tipologías, funciones, responsabilidades y retribuciones de referencia. Vemos también cómo tenemos un tejido público de la cultura mayoritariamente compuesto por pequeñas entidades locales y de proximidad, con déficit de personal y equipos muy reducidos, -cuando no unipersonales- y donde a las trabajadoras públicas, igual que ocurre en la sanidad o la educación, cada vez se les exige más con menos recursos. También encontramos precariedad en las externalizaciones de servicios, donde no siempre se garantizan unas condiciones dignas. Si miramos el conjunto del sistema, a la fragilidad de las instituciones y a lo efímero de muchos de los proyectos que en ella se pueden desarrollar, identificamos un sector público precario.